lunes, 3 de marzo de 2014

Energías renovables para todos


Por Pablo Gottfried

México ha tomado la valiente decisión de apostarle a una Reforma Energética de gran calado.  Asimismo, se ha comprometido a la reducción de emisiones de efecto invernadero con la promulgación de la Ley General de Cambio Climático y la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética. Por su parte, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) publicó instrumentos que han detonado inversiones importantes en el sector eólico de gran escala.  Gracias a éstos y a la caída en precio de la tecnología, también se están empezando a ver resultados positivos en el desarrollo de la generación solar de gran escala. 

Todo apunta a que el cumplimiento de metas en las leyes previamente mencionadas dependerá principalmente de la habilidad del Estado Mexicano de promover la expansión de la infraestructura de transmisión eléctrica a las regiones con potenciales aprovechables de energía renovable (ER).  Se puede afirmar que, si existen condiciones de infraestructura favorables para la transmisión eléctrica, las inversiones en generación renovable de gran escala llegarán, acarreando una importante creación de empleos y la expansión de cadenas de valor nacionales.

Sin embargo, el país no debe olvidar a los pequeños consumidores al impulsar las energías renovables. Existen variados ejemplos a nivel mundial de pequeños consumidores sumados a la generación renovable.  México ha promovido pasos como la creación del programa de Vivienda Sustentable, que incorpora medidas de eficiencia energética y uso de renovables.  

La CRE publicó el Contrato de Interconexión para Fuente de Energía Renovable o Sistema de Cogeneración en Pequeña Escala, que permite a pequeños consumidores interconectar sistemas de generación de ER al sistema de CFE vía un medidor bidireccional.  Sin embargo, sin un programa de financiamiento para la compra e instalación de este tipo de equipos, invertir en ellos resulta difícil para la gran mayoría de la población.  Un paso que podría ayudar a detonar estas inversiones sería ligarlas a los créditos para el mejoramiento de vivienda.  Así, el pago de los créditos podría realizarse vía la factura de CFE, al contabilizar esta los créditos y débitos del flujo eléctrico.  El pequeño consumidor seguiría pagando la factura de CFE, a precios publicados, trasladando el beneficio económico de la generación renovable a la amortización del crédito obtenido hasta su liquidación.  Este tipo de mecanismo permitiría a millones de usuarios acceder a tecnología cuyo costo de inversión inicial representa su principal barrera de acceso. 

Esta es sólo una idea, las propuestas son bienvenidas.